Situada en lo alto de las montañas, la finca Joya Grande produce un café especial, gracias al clima frío, los vientos secos y aire caliente que llega desde Méjico. Su condición geográfica, la protege de las heladas, permitiendo su cultivo en una altura superior a los 2.000 metros.
La Finca comprende 52 hectáreas. Las especies Caturra, Bourbon y Catuaí se cultivan en una extensión de 35 hectáreas, y crecen a la sombra. El resto de la superficies, se dedica a la preservación del bosque que lo rodea.
En promedio, los cafetales de la finca (cuya mayoría son Caturra), tienen más de 20 años. La poda que se realiza es selectiva, en dónde año tras año, cada planta recibe exactamente el tratamiento que necesita. La especie Caturra ha sido elegida por su perfecta maduración y adaptabilidad al clima local. Asegurando una producción de máxima calidad.
La cosecha comienza a principios de enero y finaliza a fines de marzo. Su recolecta es manual, eligiendo las cerezas más maduras, que luego son despulpadas en la máquina. El proceso continúa con una fermentación en tanques por 12 horas. Luego se lava, para quitar el mucílago y se seca en los patios de la finca entre 8 y 10 días.
La Finca emplea a 15 personas durante todo el año y se incrementa a 60 personas durante el tiempo de recolección.
La Finca comprende 52 hectáreas. Las especies Caturra, Bourbon y Catuaí se cultivan en una extensión de 35 hectáreas, y crecen a la sombra. El resto de la superficies, se dedica a la preservación del bosque que lo rodea.
En promedio, los cafetales de la finca (cuya mayoría son Caturra), tienen más de 20 años. La poda que se realiza es selectiva, en dónde año tras año, cada planta recibe exactamente el tratamiento que necesita. La especie Caturra ha sido elegida por su perfecta maduración y adaptabilidad al clima local. Asegurando una producción de máxima calidad.
La cosecha comienza a principios de enero y finaliza a fines de marzo. Su recolecta es manual, eligiendo las cerezas más maduras, que luego son despulpadas en la máquina. El proceso continúa con una fermentación en tanques por 12 horas. Luego se lava, para quitar el mucílago y se seca en los patios de la finca entre 8 y 10 días.
La Finca emplea a 15 personas durante todo el año y se incrementa a 60 personas durante el tiempo de recolección.